El valor del trabajador en el Día del Trabajo

El 1º de Mayo o Día del Trabajo, como se conoce en diversas partes del mundo, continúa siendo una fecha emblemática ya que permite el reconocimiento de los derechos laborales, que van de la mano con la dignidad humana, el principio y fin a alcanzar. Por ello, más que una celebración se trata de una fecha conmemorativa, en la que recordamos luchas y derechos conseguidos para los trabajadores, entre los que se incluyen la jornada laboral no mayor de ocho horas, las vacaciones, la seguridad social, el pago de días festivos, el derecho a la asociación sindical y a la huelga, el derecho al salario mínimo, entre otros, reivindicaciones laborales obtenidas por los trabajadores a lo largo de los años, cuya gesta histórica se inició a finales de 1880 en Chicago, USA.

Los tiempos cambiaron y antes de la pandemia, vivimos en un mundo VUCA (volátil, incierto, complejo ambiguo), por la falta de certeza y claridad en el entorno en que nos movemos. Luego, con la pandemia, evidenciamos un alto grado de vulnerabilidad y gran necesidad de solidaridad por los temores generados en COVID 19, que tuvo efectos devastadores en el mundo del trabajo, destruyendo empleos, empresas, emprendimientos, sumiendo a millones de personas en la pobreza, y provocando un retroceso en el desarrollo mundial.

Es necesario, por ello, una recuperación centrada en las personas, con justicia y equidad, en lo social y en lo laboral, que genere un desarrollo sostenible e inclusivo para todos. Tanto empresarios y trabajadores debemos apuntar hacía ello, generando empleo y garantizando condiciones de trabajo dignas para todos los trabajadores; evidenciando respeto por sus derechos, promoviendo el dialogo y manteniendo intacta nuestra justa expectativa de forjarnos un futuro mejor.

La crisis nos ha obligado a reflexionar y hacer cambios en nuestra forma de interactuar con los otros, adoptando nuevos compromisos en favor de poner al centro a las personas, buscando un mundo de trabajo con igualdad, equidad y dignidad para todos.

La pandemia va pasando y empezamos a vivir un ambiente BANI (frágil, ansioso, impredecible y con poca tolerancia a las propuestas distintas), que sumado al ambiente VUCA y al notorio incremento de generación milenial y centenial en el mundo laboral, obliga a repensar en un entorno de mucha disrupción y cambios; las nuevas generaciones están redefiniendo el concepto de cómo trabajamos y cómo vivimos.

Por ello, hoy más que antes, necesitamos rápidamente desaprender y reaprender, pues se exige más flexibilidad y nuevos estilos de liderazgo, bienestar personal, programas de salud mental y emocional, inclusión y diversidad, ser parte de decisiones importantes en las empresas, desarrollo profesional, creatividad, entre otras competencias.

Podemos observar que hay diferentes formas de satisfacer necesidades o expectativas de los trabajadores, entre lo ocurrido entre 1886 y 1889 y la actualidad, sin embargo, en el fondo se trata siempre de poner en primer lugar al trabajador, darle su real valor. En las empresas conviven procesos, tecnología y personas; por ello en el Día del Trabajo, les hago llegar mi saludo a quienes hacen del país un espacio permanente de desarrollo, siendo importante resaltar que ha llegado el momento de volver a la persona, el activo más valioso en la empresa, sin ello, los otros dos ejes mencionados, no podrían funcionar adecuadamente.

En las empresas conviven procesos, tecnología y personas; por ello en el Día del Trabajo, les hago llegar mi saludo a quienes hacen del país un espacio permanente de desarrollo, siendo importante resaltar que ha llegado el momento de volver a la persona, el activo más valioso en la empresa

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Juan Carlos Vallejos

Juan Carlos Vallejos

Gerente de Gestión del Talento

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