Desde el siglo XIX, las actividades humanas han sido el principal motor del cambio climático por la quema de combustibles fósiles. Por lo que, el nivel actual de gases de efecto invernadero (GEI) es el más elevado en 2 millones de años. Como resultado, la Tierra se está calentando elevando la temperatura actual a 1.1 °C por encima del nivel preindustrial. La IPCC prevé que en el 2100 la pérdida del manto de hielo de Groenlandia y la Antártida elevará el nivel del mar entre 0.05 a 0.55 m.
(Instituto Geofísico del Perú, 2022)
(Instituto Nacional de Defensa Civil, 2023)
El 16 de marzo de 2023, en medio de los estragos del ciclón Yaku, la ENFEN anunció que es probable que a partir de mayo se presente condiciones El Niño, generando precipitaciones superiores a lo normal en la costa norte y centro del Perú. Según el SENAMHI (2021), en Perú el cambio climático generará cambios en el clima promedio, variabilidad y extremos. Por lo que, se estima que al 2050, las precipitaciones serán más frecuentes e intensas entre el 10 y 15% y la temperatura aumentará entre 1.5 y 2 °C.
El cambio climático es cada vez más notorio y su impacto no solo está ligado a la intensidad de los fenómenos asociados, sino al nivel de vulnerabilidad de las zonas afectadas. El Perú es uno de los países más vulnerables al cambio climático, pues los impactos como el deshielo de glaciares, deslizamientos o sequías, por citar algunos, tienen consecuencias en las actividades económicas, salud e integridad de las personas.
Nuestro país no está preparado para los efectos del cambio climático; una muestra de ello son los estragos por los eventos extremos. Más allá del marco normativo o formal, se requiere muestras de acciones materiales y concretas en los distintos sectores y actores. Además de una conciencia individual y colectiva sobre el cambio climático.
Jefa de Proyectos Ambientales
Ingeniera de Servicios Ambientales